mercoledì 26 dicembre 2012

El general Juan Domingo Perón, una figura que aún despierta pasiones


CULTURA • 
Luisa Valenzuela reflexiona sobre los misterios que envuelven la vida del político.
México • Hay personajes en la vida de cualquier pueblo que despiertan interés aun con el paso de los años: Juan Domingo Perón falleció hace casi cuatro décadas, y de él se han escrito infinidad de páginas, tanto desde el ensayo como de la historia o de la ficción. Sin embargo, todavía hay elementos que se descubren e invitan a volver a pensarlo.
Eso le sucedió a la escritora argentina Luisa Valenzuela, quien al hacer un viaje a la ciudad de Mamoiada, en la región de Cerdeña, Italia, se encontró con un asunto que recorría la vida cotidiana de los habitantes del lugar: ahí había nacido un poderoso gobernante argentino, aunque no muchos fuera de allí lo supieran.
“En ese viaje me encontré con esta novedad absoluta para los argentinos en general: que en esa ciudad, en el corazón de Cerdeña, dicen que Perón nació y hay toda una estructura armada en libros de sociólogos o de periodistas sobre el tema, pero el tema no ha llegado a Argentina nunca, lo que hace sospechar que, si bien no debe ser cierto, los servicios secretos argentinos intervinieron para que esto no se supiera”, dice a MILENIO la autora.
Así, pese a prometerse el año pasado que no volvería a escribir una novela, Luisa Valenzuela decidió escribir La máscara sarda. El profundo secreto de Perón (FCE, 2012), una historia que ocurre en dos tiempos y dos geografías: hacia 1973, en Madrid, donde José López Rega, llamadoEl Brujo o Lopecito, incita al general Perón a rememorar y ensoñar su infancia sarda; y a principios del siglo XX, mientras se gesta el “Oscuro Episodio”, cuando se da la secreta sustitución de la persona.
“Me interesaron mucho los mitos sardos, explorar esa posible conexión entre ese mundo de magia en el que vivió de todos modos Perón —por algo estaba cerca de López Rega—, con aquella otra magia ancestral. Porque, aunque no sea cierto, el hecho de que un montón de gente sí lo crea, le da un carácter de situación constituida, no de verosimilitud, pero sí de existencia”, dice la autora.
Uno de los aspectos que más llamaron la atención de la escritora en su viaje a esa región italiana fue encontrar similitudes entre las máscaras usadas en esos lugares para sus carnavales, y el rostro de Perón; así, la novela se construyó a partir de la relación de diversas formas y significados de las máscaras con la vida y las acciones del gobernante argentino.
“No sabía cómo manejar la historia, porque no podía contarla como una cosa real, aunque fuera una novela, debido a que la duda está y me parece importante: Perón sembraba ambigüedades siempre en su pasado, y esa ambigüedad me interesaba duplicarla”, dice Valenzuela.
Un interés al que se suma su propia preocupación por un hecho que cada vez adquiere más relevancia en Argentina, a pesar del transcurrir del tiempo: por qué no pueden desprenderse de la figura de Juan Domingo Perón, como de otros personajes, para darle la vuelta a la página.
“Ésta es una exploración de esa figura construida por él en muchas medidas, pues siempre sembraba la ambigüedad y mentía con respecto a su propia vida, porque él era dueño de vidas y la propia la podía disfrazar como quería; también me pregunto por qué nosotros nos quedamos tan enganchados en alguien que ha tenido sus cosas buenas, no las discuto, como sus cosas malas, tampoco lo discuto, pero que ya pasó”, reflexiona la autora
Ahí empieza su trabajo literario, donde incluso se va un poco por los problemas de la política, en particular del asombro ante lo que es la ambición de poder, “que te puede llevar a las cosas más extremas”. La intención en La máscara sarda. El profundo secreto de Perón, era explorar las interrogantes sobre los orígenes y la verdadera identidad del general Juan Domingo Perón.

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